domingo, 1 de noviembre de 2009

Dia de muertos

UN OJO AL GATO…


Presenta:

DÍA DE MUERTOS.

Por Christian Sandoval Hernández.



“Estoy interesado en la vida misma, no en sus puntas.”

-Miguelito, en historieta “Mafalda” de Quino-



Felicidades a los muertos que pululan por la ciudad, por el país, bueno, hasta por el mundo, un abrazo a todos… ¡tan muertos ellos! renunciaron a sus sueños por asegurar un poquito de pan para su familia, un poquito de fruta cálida para los niños, los zapatos, el pollo, los frijoles, a quienes no han tenido más remedio que zombificarse, perder la personalidad en esta maraña de necesidades sin fin que es la realidad. Alguna vez, en la infancia, deseamos ser paleontólogos, veterinarios, actrices, bailarinas, cantantes, astronautas, médicos; poco a poco esos anhelos fueron tomando forma sobre la misma base o enfocándose a otras vertientes, aún así, los seres humanos, (quien sabe por qué) siempre tenemos el deseo de llegar a ser alguien.

Como decía la madre Teresa de Calcuta (¡yo citándola!) “no hay peor enfermedad que no ser nada para nadie”, el sentido de importancia de un ser humano, o la falta de él, puede generar, desde la niñez, ansiedad y frustración, ahora, favor de imaginarse como esta el nivel de realización personal, el sentido de la importancia y el de la pertenencia en México, un lugar donde muchos niños tienen que dejar la escuela para ponerse a chambear, las posibilidades de empleo son pocas (el gobierno ofrece a los más necesitados plazas temporales como albañiles constructores de ejes viales, mientras otros puestos, remunerados y estables, son para sus amigos o familiares) tampoco hay espacio para los profesionistas, de hecho, muchas carreras, a penas tienen sentido en el ombligo del mundo.

Hace unos días, platicaba con unos amigos en la sala de una casa, cuya renta no hemos terminado de pagar, estábamos sumamente agüitados ante la casi patente imposibilidad de tener mucho dinero, formar una banda y hacer una obra de arte, respectivamente, entonces, de mi boca salió una frase, no sé si propia, escuchada en algún otro lado o sólo como fruto de la realidad que vivimos los jóvenes cuando salimos de la escuela, “los sueños son para los ricos”…. Como chicos clasemedieros, es difícil invertir en una empresa en la que tal vez sólo tengas una oportunidad para triunfar, y en la que si no la armas, habrás gastado todos tus ahorros y esfuerzos en vano, por eso es tan duro arriesgarse, por eso muchos tenemos miedo, debido a ello, muchos olvidan sus deseos, refugiándose en una familia, buscando realizarse a través de los hijos, no digo que esto sea un delito por dios, tener una familia es una de las mejores cosas que le puede suceder a alguien, pero cuando un hombre o mujer de familia se siente condenado a trabajar sin tregua, para darle un futuro a sus hijos, sin haberse realizado como persona, tomando el primer empleo aturdidor que encontró, la vida puede volverse bastante amarga.

¿Entonces que hacemos nosotros? ¿Nos rendimos ante la aplastante realidad? Llegaremos a ser unos adultos panzones, amargados, permitiremos que los mismos ojetes nos atoren mientras vemos el fut bol, nos quedaremos en la baba, sin saber que hacer cuando el gobierno tome una dependencia y haga lo que su chingada gana se le pegue con ella sin previo aviso, pagaremos todos los impuestos que se les ocurran, dejaremos que el planeta se eche a perder con la contaminación que causan nuestros autos, nuestra basura, por que estaremos enajenados y demasiado concentrados en resolver necesidades más urgentes e inmediatas como la papa, la escuela de los niños, el agua, el gas, la luz (que quien sabe cuanto vaya a costar ahora, vale madres), ¿en verdad lo permitiremos? ¿Quién de nosotros será capaz de hacer más allá de lo que le corresponde?

Total, aquella noche escribimos un blues, no voy a poner la letra ni nada, sólo invito a una reflexión no importa si se es joven o adulto, ¿cuál es la mejor manera de vivir para usted? ¿Sin anhelos y con la panza llena? ¿buscar realizarse, sin tener lo de la renta? ¡bueno! Ya que va a partirse uno el lomo, ¿por lo menos que sea en la búsqueda de la felicidad no?, si no la alcanzamos al menos lo habremos intentado, es aquí donde intervienen las sabias palabras de Henry Ford (millonario), “si crees que puedes lograrlo, o si no crees que puedes lograrlo, de todas maneras estas en lo cierto” entonces me pregunto, ¿de verdad? ¿de verdad existe una oportunidad para los jóvenes medianamente idealistas de la clase media? Quien sabe… pero si luchamos por ello, mínimo podremos morir satisfechos, al fin ¿pa´ que es la vida?

No hay comentarios: